Hace pocos meses que me he mudado y en mi nueva ciudad todo es distinto a lo que yo conocía. Y en mi barrio. Y en el bloque donde vivo. Me he fijado en muchos detalles del nuevo barrio, de sus calles, tiendas, y de la gente que aquí vive. Y esto me ha hecho pensar en la tendencia a unificar que tenemos los humanos. Y me explicaré.
En mi barrio antiguo, en mi antigua ciudad, en general parecía que la gente no prestaba mucha atención a la ropa, a lo que llevaban, a cómo iban por la calle. O esa era mi impresión. En mi barrio nuevo en mi nueva ciudad es todo lo contrario. Parece que mayores, adultos, jóvenes y niños se hubieran puesto de acuerdo para elegir y comprar la ropa. Todos muestran una uniformidad llamativa que se me hace extraña y que no logro entender bien. Sigue leyendo