Hace ya más de dos semanas que cambiaron la hora y no levanto cabeza. Hace años, cuando la gente se quejaba de lo mal que le sentaba este cambio horario, yo me extrañaba mucho al escucharlos. A mí no me pasaba nada, ¿por qué se quejarían? Ahora sí que lo noto… Tendrá que ver con ser ya adulta de verdad.
¿Qué efectos provoca en nosotros el cambio horario?
El cambio horario afecta a la producción de melatonina, una hormona que generamos de forma natural que regula los ciclos de vigilia y sueño en función de la luz solar. Lo que noto es que me levanto con sueño y tengo sueño todo el día. Y no duermo bien. Digo yo que es hora de que se me pase, pero a saber…
Dicen que el cambio horario también provoca cambios de humor, mayor nerviosismo, irritabilidad, problemas de concentración y hasta menor productividad en el trabajo. Sí, teoría, me identifico con todo. Qué desastre…
Si sufres ansiedad o migrañas se agravan. Doy fé, mi migraña ha empeorado de forma considerable estas últimas semanas.
Y bueno, no sé cuánto durará, porque se supone que el cambio no debe afectarte muchos días y que pronto te habitúas, así que espero cada mañana levantarme llena de energía (o al menos no arrastrándome por los suelos) y no sucede. A ver si va a ser solo la vida, y no tiene nada que ver con la hora. ¿Será la primavera?
Esto dicen los expertos que hay que hacer para habituarte mejor al cambio de hora:
- Mantener un horario regular de sueño, acostarte y levantarte siempre a una hora determinada, incluso en fin de semana.
- Dormir un mínimo de ocho o nueve horas al día, que es lo recomendable para la salud.
- Evitar las siestas.
- Hacer ejercicio de forma regular, pero no justo antes de ir a dormir.
- No tomar bebidas estimulantes (café, té o refresco de cola) cuatro a seis horas anteriores al momento de irnos a dormir.
- Cenar ligero y varias horas antes de ir a la cama.
Y mi consejo favorito: relajate, no mires el reloj y lee. Lo de leer es con lo que me quedo.
¿Qué tal tu cambio horario? ¿Cómo ha ido?