¿Cómo llevas el comienzo de la primavera? Yo bien y mal. Bien porque a veces hace sol y calorcito, las calles huelen a flores y todo parece más brillante. Mal porque muchos días se pone a diluviar y, aunque sé que hace falta, la lluvia me descoloca un poco. Pero si pienso en globlal más bien que mal.
Aunque he de contarte que, desde hace unos días, no dejo de darle vueltas a qué podría hacer para aumentar mi productividad. Trabajo en casa la mayor parte del tiempo, escribo y escribo. Bien, pues después de mucho reflexionar he llegado a la conclusión de que una de las cosas que necesito claramente es un lugar mío, solo mío. Y que este sea, además, mi rinconcito favorito. De ahí el título del post.
«¿Y así vas a mejorar tu productividad?», me preguntas, tal vez. «Por supuesto», puedo responderte, me baso en la teoría principal del libro de Virginia Woolf, Una habitación propia. Ella lo tenía claro, y a mí me encanta leerla.
La libertad intelectual depende de cosas materiales. – Virginia Wolf
Qué gran profundidad en una reflexión tan breve…
Así que me he puesto manos a la obra y mirando catálogos de decoración bonitos he descubierto un par de cosas que me resultarían muy útiles para ambientarme y concentrarme. Así que voy a contártelas, porque lo bueno hay que compartirlo, como decimos siempre en este blog.
Vinilos Decorativos
Podría decantarme, sin lugar a dudas, por escoger algunos vinilos infantiles graciosos, ya que todo lo que tenga un toque naif, ingenuo, inocente, cálido, me encanta.
Imagino mis interruptores de la luz con gatetes como este y lo sé, esto me ayudaría a ser más feliz y, por lo tanto, a trabajar mejor en casa.
Y ya que me puse a investigar descubrí un montón de alfombras vinílicas de tendencia, que además de bonitas son lavables, antialérgicas y antideslizantes. No hay nada mejor que caminar por tu casa sobre un suelo bonito… Solo de pensarlo me pongo contenta.
Mira, lo tengo muy claro, y es que mientras no pueda volver a viajar a Japón puedo dedicarme a redecorar y que todo sea muy temático; si escojo monerías como esta alfombra vinílica con un dibujo de un precioso jardín japonés, con sus pagodas, su monte Fuji y un atardecer, voy a estar de mejor humor, y por todos es sabido que el buen humor atrae la productividad… Voy a empezar ya a medir el suelo del salón, a ver de qué tamaño la necesito. No me digáis que no es preciosísima. Lo es. Lo sé.
Flores
Como estamos en plena primavera otro detalle importante a tener en cuenta sobre lo que necesitamos es el de las flores; muchas flores, flores en tejidos, decoraciones con print floral, y hasta flores de las de verdad, de las que se pueden tocar y oler, en su jarrón.
Antes, hace pocos años, odiaba que me regalasen flores, me daba una pena terrible que se marchitasen, ahora que he aprendido a valorar la belleza de lo efímero (puedes leer mi novela, Si me hablas de la lluvia y descubrirla conmigo) me gustan mucho. Paso por una floristería y me muero de ganas de coger un ramo. Paseo por el parque y me paro a retratar flores y a observarlas de cerca, es una especie de obsesión, pero de las bonitas. Como lo de cazar nubes, que por todos es sabidos que es una de mis múltiples profesiones.