diente de leon

En estos días extraños: he aprendido a creer

En estos días extraños me han pasado cosas. Como a todos. A todos nos han pasado cosas. También he descubierto otras cosas. En fin, es lo que viene siendo la vida, pero cuando estamos encerrados por lo visto te das más cuenta de todo lo que pasa, de todo lo que te pasa. Tus sentidos se agudizan, o algo así. Hoy me apetecía escribir un poco de todo esto.

Una de las cosas que me han pasado es que he empezado a grabar y publicar un podcast con mi amiga Mkey (Carmen Velarde). Y en este podcast nos lo pasamos de muerte. Grabando. No nos importa mucho si nos escucha mucha gente o no, aunque claro, cada escucha es una alegría. Pero es de estas cosas que haces porque quieres, tienes tiempo, ganas, y que al final te gustan cada vez más y más y te apetece seguir. -Si esto te da curiosidad, estamos aquí: Amigas es mejor, el Podcast

Me ha pasado también que he dejado Facebook un poco. Es decir, me he desinstalado la aplicación del móvil y solo entro desde el ordenador, y como en el ordenador estoy menos tiempo, a veces días enteros sin conectar, pues entro mucho menos y he descubierto que esto hace que sea mucho más feliz. Nunca me lo hubiera imaginado.

pies

Me han llegado tres cartas del SEPE. No una, me han llegado tres. Menudo susto me pegué. Por lo tanto, la otra cosa que me ha pasado es que estoy en ERTE porque los colegios están cerrados. No tenía por qué asustarme con las tres cartas, porque era la misma carta tres veces. Palabra. Las tres exactamente iguales, con la misma fecha y todo. Se ve que han preferido eso a dejarme sin noticias. Gracias SEPE por las comunicaciones por triplicado, me doy por informada.

Otra cosa importante de mi vida es que he comprado nuevas sartenes y un cazo. El descubrimiento es que hacía falta eso en casa, ahora la comida es más fácil de hacer. Sigo sin ser fan de cocinar, lo siento, no he horneado pan, no he hecho ni voy a hacer galletas, pero lo que hago sale mejor.

También sucede que me he dado cuenta de que no soporto que la gente discuta por política o por ideología, mucho menos cuando están pasando cosas importantes de verdad. No lo soporto hasta límites insospechados, cuando suena alguna cacerolada por aquí me encuentro mal físicamente. ¿Por qué me habré vuelto tan sensible?

Así que, relacionado con lo anterior, he descubierto que el odio me sienta mal. El odio de los demás por los demás, el odio del mundo, el odio entre personas iguales pero no iguales. El «yo tengo la razón y tú no».

Algunos alumnos mayores me han contactado por whatsapp, email y hasta por la cuenta de instagram de algún padre/madre, contándome cosas cotidianas. Esto me hace inmensamente feliz. No hay nada mejor que la cotidianidad:

E. se ha puesto un pendiente porque ha sacado todo notables y sobresalientes. A. tiene muchas tareas en el colegio, echa mucho de menos a sus amigas y está harta, pero dice que no se queja porque hay niños que lo están pasando peor. C. quería saber si yo creo que este año vamos a poder actuar, a representar nuestras obras. La respuesta ya la sabéis todos.

En estos días extraños salimos a pasear bien entrada la noche y estamos conociendo nuestro barrio ahora, después de llevar viviendo aquí 10 años. El barrio es bastante poco bonito, pero al menos tiene sitios amplios para pasear cruzándote con no demasiada gente.

He estudiado con detenimiento las normas de las fases, la cero, la cero y medio, la una, etc. Pero he decidido que me quedaré en la cero por ahora. No tengo prisa por ir a una terraza madrileña; después de 73 días encerrados creo que podemos aguantar más. Tenemos techo, comida y somos tan afortunados que hasta tenemos Netflix.

He notado que soy capaz de estar mirando mis plantas mucho rato seguido. Son mi bosque, mi campo, mi zona verde. Son pequeñas, pero crecen mucho desde que nos encerraron. No sé por qué les sienta bien que estemos aquí. He visto unas abejas que vienen a comer de las flores amarillas de los diente de león que rescaté de una grieta en el suelo de la azotea. Es como magia.

gildas

Y claro, otra cosa que me ha pasado es que he engordado. Y mira, eh, no me siento mal por ello. ¿Qué le vamos a hacer? Antes caminaba kilómetros y kilómetros para trabajar entre colegios e institutos, y bailaba varias veces al día con los alumnos. Ahora hago un poco de ejercicio en casa, que es como ejercicio en lata. Soy afortunada, he engordado pero fijaos qué cosa, estoy viva. Estoy, por ahora, con buena salud. Estamos bien.

He aprendido a pensar en el aquí y el ahora. Pero esta vez de verdad. No creáis que no me ha costado, pero lo he conseguido. El aquí y el ahora me hacen no pensar en el mañana, no agobiarme pensando cosas como «¿hasta cuando?»

Espero que todo esto, algún día cercano, sea solo un recuerdo lejano. «¿Te acuerdas de cuando hubo un virus y nos tuvimos que encerrar?»

Y algunos de mis alumnos futuros solo habrán conocido el virus porque se lo contaron, y les sonará como algo muy lejano de lo que no hay que preocuparse. Algo que pasó hace «mucho tiempo». De todas formas, en ese futuro habrá jabón en los lavabos de todos los colegios, como ahora hay pupitres en las clases. Y los niños y mayores lo usarán mucho mucho. Esto es lo que quiero creer.

Me ha pasado que he aprendido a esforzarme en creer. En creer que todo pasará. Que todo quedará atrás. No sé si seremos mejores personas o seremos los de siempre, pero a lo mejor, con un poco de suerte, el vivir en el aquí y el ahora se nos queda como costumbre. Y disfrutaremos más de una pizza la noche del viernes en el salón, o de una buena película en casa, una llamada de teléfono y una rutina de las buenas, de las que creíamos que nos hartaban, pero no.

Y para terminar, creo que sigue siendo oportuno pediros algo otra vez: “ki o tsukete kudasai!” (気をつけてください!) – cuidaos mucho, por favor.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.