Hace unas semanas, recibí un mensaje desde Palma del Río, mi pueblo: La Delegada de Cultura, Ana Belén Corredera, me invitaba a participar en la Feria del libro de Palma del Río presentando mi novela Sol de julio. Será el viernes 23 de abril (estamos en 2021). Y un montón de sensaciones me recorrieron. Todas buenas, he de decir.

Después de intercambiar algunos mensajes con ella sobre la posibilidad de desplazarme o no (por los días raros que vivimos), dije que sí sin tener que pensármelo. Y seguí poniéndome muy contenta.

No voy a Palma desde julio. Y eso son muchos meses. Es mi récord personal, ojalá nunca hubiese llegado a este récord. Ahora iré, podré ver a mi gente, saludarlos, charlar con ellos (con vosotros) y hablar sobre mi trabajo, así que no puedo estar más agradecida al Patronato Municipal de Cultura de Palma del Río.

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Se trata de una Feria del libro singular, así la describen, y estoy de acuerdo. Pero lo han conseguido. Lo han hecho. La Feria se celebra. Cuando se lo cuento a la gente por aquí, me preguntan con sorpresa, «¿pero en tu pueblo sí hay feria del libro este año?» Y yo, contesto con orgullo: «sí, por supuesto, con todas las medidas de seguridad, de forma distinta». Las presentaciones tienen un aforo limitado, pero, aun en la distancia, no me estoy perdiendo ninguna porque Canal Palma del Río está retransmitiéndolas y subiéndolas a la red. Es como estar allí sin estar y sabiendo que estaré. Siento cosquillitas en el estómago.

Ahora os voy a contar que, si los tiempos fueran normales, habríamos tomado una copita después de la presentación, y habríamos bebido Limonage y botellines, exactamente igual que Julia y sus primas, y no, eso no podrá ser, pero por lo menos nos veremos los ojos, y con los ojos podemos decirnos un montón de cosas bonitas. Casi nos imaginaremos las luces de verbena sobre nuestras cabezas.

Me acompañará en el escenario Elisa Manzano, periodista palmeña, artista y amiga, y Ana Belén Corredera, con la que empiezo a tener una relación cercana, porque es un encanto de mujer, siempre atenta, siempre dando en el clavo, implicada por completo.

Estando tan bien rodeada en el escenario, y con los palmeños amigos lectores en el público, todo tiene que salir de maravilla. Espero que los que podáis venir lo paséis bien, que nos echemos unas risas hablando sobre el verano de 2001, sobre Julia, su familia y sus amigos, sobre cultura, escritura, sobre mujeres, que son las protagonistas de esta Feria Femenina Plural (me encanta, me encanta, me encanta). Y los que no podáis acudir, que en la distancia nos sepáis cerca, sentiremos vuestra compañía, tenedlo claro.

Nunca imaginé que mi Sol de julio pudiera ser el vehículo que me permitiese volver a casa de forma inesperada, que fuese de nuevo la luz que ilumina días oscuros. Gracias, escritura, por salvarme de nuevo. Gracias, arte. Gracias, Palma.

Llevo un año diciendo esto y vuelvo a repetirlo: “ki o tsukete kudasai!” (気をつけてください!) – cuidaos mucho, por favor