Acabamos de volver de las vacaciones y nos hemos encontrado con un otoño en nuestra ciudad adoptiva, Madrid, que nos ha recibido con un tiempo maravilloso y nos ha invitado a salir y descubrir nuevos lugares de los que enamorarnos. Porque siempre es posible ampliar la lista de nuevos rincones favoritos en Madrid. Siempre hay cosas que descubrir en esta ciudad.
Este fin de semana lo hemos dedicado a eso, cámara en mano, así que te lo cuento todo por si vienes de visita a la ciudad y quieres conocer estos sitios que a mí me han encantado. Además, recordad que siempre es posible encontrar hoteles en Madrid a buen precio si sabes buscar.
Un paseo por Lavapiés y una buena obra de teatro
Si algo adoro de Madrid es su oferta cultural casi infinita. Si vas a venir a la ciudad y quieres ir al teatro te recomiendo que te olvides de grandes teatros y grandes producciones. Piensa que con lo que te gastarías en un musical puedes pasar un día estupendo e ir a una producción pequeña más modesta e igual de buena (o mejor, te lo aseguro). Para mí lo mejor es investigar en la cartelera y descubrir nuevas salas pequeñas, nuevos montajes selectos, diferentes, con personalidad propia.
Así que este fin de semana me he decidido por Lavapiés, barrio de teatros. El barrio de Lavapiés ya merecería un post entero, pero te contaré lo que yo he descubierto. Su diversidad cultural siempre me enamora, los colores de sus calles, sus terrazas y bares para tomar una caña tranquilamente…
En uno de los barrios más antiguos de Madrid conviven varios teatros y salas de teatro. Hace tiempo que quería conocer el Teatro del Barrio, y allá que me fui. Elegí la obra «Mundo Obrero», de Alberto San Juan. Si vienes a Madrid y sigue en cartelera y te gusta ese tema (Mundo Obrero, tal cual) te la recomiendo muchísimo.
Antes o después de ir al teatro en Lavapiés puedes pararte y tomar una caña con tapa – o sin tapa- en cualquier bar de Lavapiés, uno de mis rincones favoritos en Madrid. La tranquilidad que se respira conviven con la animación que encontrarás.
Chueca, el Mercado de San Antón y El restaurante Taj Mahal
Si quieres conocer Madrid no puedes dejar de visitar Chueca, el barrio que toma el nombre de su plaza (plaza de Chueca, por el compositor madrileño de zarzuelas Federico Chueca). En Chueca hay muchas tiendas de moda originales, desde tiendas especializadas en calcetines bonitos hasta tiendas de palomitas de maíz gourmet.
A mí me encanta la plaza, con sus bares, siempre llena de gente, haga frío o calor. El Mercado de San Antón se ha convertido en uno de mis rincones favoritos en Madrid. Hay más Mercados en Madrid y en Chueca, pero este para mí es el más auténtico.
Tiene tres plantas, en la baja encontramos el mercado tradicional, con sus puestos de frutas, pescado y todo lo que necesites para hacer la compra. En la tercera tienen terraza y en la segunda planta, la que más me gusta, hay puestos para comprar comida y bebida y tomar allí mismo. Probar el vermú de grifo en La Imperial debería ser parada obligatoria para todo aquel que quiera pasar un rato en el mercado y observar el bullicio de la gente que pasa con sus platos con sus tapas buscando el mejor sitio para degustarlas y charlar un rato.
Un sitio perfecto para ir a comer o cenar es el Taj Mahal, muchos lo conocen como ‘el mejor restaurante indio de Chueca’.
Está en la calle Belén y es un sitio muy muy pequeño. El local está decorado de una forma muy especial, las mesas están muy juntitas, pero no es un problema, y la atención del personal es muy buena, suelen asesorarte si no tienes claro qué comer o cómo de picantes son los platos.
Malasaña, plaza San Ildefonso, sus calles y Lolina Vintage
Y si vienes a conocer Madrid tienes que pasar por Malasaña, uno de los barrios más populares para la ‘gente moderna’, alternativa. Su nombre viene de Manuela Malasaña, heroína del histórico levantamiento del 2 de mayo de 1808.
La plaza de San Ildefonso es de paso obligado si paseas por Malasaña. A veces te encuentras un mercadillo inesperado o, sencillamente puedes sentarte en una de las mesas de sus terrazas a disfrutar del sol y tomarte algo. Las calles de Malasaña son estrechas, son bonitas, hay algunas peatonalizadas que resultan perfectas para el arte tan madrileño del callejeo.
Mi descubrimiento esta vez ha sido el Lolina Vintage Café. Su decoración ha hecho popular a este café, ya que a la gente le encanta pasar el rato allí con ese ambiente tan original que han creado y hacer fotos de sus rincones. Tiene muebles vintage de los años 50, 60 y 70, papeles en la pared de lo más llamativo y es muy visual.
Puedes para por ‘el Lolina’ a tomar un brunch hasta las 4 de la tarde, desayunar, tomar un cóctel o un café con tarta, que es lo que yo elegí. Mi recomendación sobre este sitio es que intentes ir entre semana y, si puedes, por la mañana. Los fines de semana se llena por lo que vi, es difícil coger sitio (hasta en la planta sótano) y las camareras estás muy atareadas y no podrán dedicarte toda la atención que querrían. Eso sí, si quieres fotos bonitas para Instagram, no dejes de ir aunque sea uno de los días en los que está lleno.
Plaza de la Luna y tiendas de cómics
Y por último, no podía dejar de hablarte de la zona más friki de la ciudad, uno de mis barrios favoritos, la Plaza de la Luna y sus alrededores, la calle Luna y la calle Estrella, en pleno centro de Madrid, muy cerca de Callao y la Gran Vía. Allí encontrarás un montón de tiendas de cómics, tiendas de juegos de mesa y cosas chulas.
Mis tiendas favoritas son Otaku Center y Omega Center. Otaku center está en la calle Luna y es algo así como el cielo de los amantes del manga. Cualquier manga que se haya editado en español lo encontraréis en ‘el Otaku Center’. Y en la calle paralela, calle Estrella, tenemos Omega center, una tienda especializada en cómic independiente, americano y europeo. Lo acabo de descubrir y cada vez que voy tengo que hacer un esfuerzo para no pasarme horas y horas mirando colecciones y pensando en cuál será la próxima que leeré.
Y hasta aquí el artículo con descubrimientos de lugares molones de Madrid, la ciudad que me acogió hace ya más de 15 años, esa de la que dicen que no es una ciudad sino muchas ciudades a la vez. Me encanta, no puedo evitarlo.