Empiezo el año estrenando Kakebo, el libro de cuentas japonés. Y mola. Uno de mis propósitos de Año Nuevo que pienso cumplir y estoy cumpliendo ya es el de controlar un poco más la economía doméstica. Saber con detalle qué gastamos en casa, cuando, cómo y por qué. Para ello he elegido un método japonés que me llamaba la atención desde hace tiempo: el Kakebo o libro de cuentas para controlar el ahorro doméstico.
Origen del Kakebo:
El primer Kakebo que se puso a la venta en Japón fue a principios del siglo XX. Es una creación financiera ideada por Motoko Hani, la que fue la primera mujer periodista en Japón. Motoko Hani estaba especializada en publicaciones femeninas. De hecho, fundó una de las revistas femeninas más importantes en la que, entre otras cosas, animaba a todas las mujeres a ser conscientes y controlar las finanzas del hogar y personales y lograr así más independencia.
Japón estaba en pleno proceso de desarrollo y así el Kakebo se convirtió en uno de los aliados femeninos para tener el control del dinero. Para Hani no era solo una herramienta financiera, también consideraba que este libro tiene importantes implicaciones sociológicas, era una nueva arma de empoderamiento femenino, ya que se concibió para que la mujer distribuyera el dinero que ganaba tanto ella como su marido.
Motoko luchaba por el autoconocimiento y la independencia de la mujer en todos los aspectos de la sociedad, desde el familiar hasta en el trabajo. Incluso fue la fundadora de una escuela de libre enseñanza superior
¿Qué es el Kakebo?
Kakebo significa literalmente «libro de cuentas para la economía doméstica», y la verdad es esta función es justo la que realiza.
Es como una versión de agenda/libro de cuentas en la que el objetivo principal es reflejar día a día los gastos de una persona o de un hogar. Resulta que al ver plasmados en papel todos los pequeños gastos que vamos haciendo en nuestro día a día empezamos a ser capaces de ver en qué podemos recortar para ahorrar.
¿Qué gastos vemos/anotamos en el Kakebo?
El libro de cuentas japonés está organizado en distintos partados que facilitan la organización de los datos de nuestra economía día a día, semana a semana y mes a mes. Así, nos encontramos con estos bloques:
– Supervivencia: incluye gastos como comida, medicamentos, transporte o mascotas.
– Ocio y vicio: reflejar gastos como ropa, cosméticos y belleza, restaurantes o tabaco.
– Cultura y extras: compra de libros, revistas, entradas de conciertos o cine, etc.
– Extras: cosas que no entran en las demás categorías, por ejemplo una reparación de algo de la casa, del coche, un regalo que hacemos, etc.
¿Qué logro con el Kakebo? ¿Funciona?
El principal objetivo del método de ahorro japonés es organizar nuestro presupuesto personal en función de los gastos e ingresos que tenemos cada mes.
Al principio de cada mes anotamos todos los ingresos. Después anotamos todos los gastos fijos (móvil, Internet, alquiler, luz, agua, gimnasio, etc.) y restamos el total de los gastos al total de los ingresos sabiendo así con cuanto dinero contamos a lo largo de ese mes. Puedes entonces elegir dos caminos, uno, ir simplemente anotando todos los gastos y restando al total (se hace por semanas y es muy sencillo) o decidir el mismo día 1 cuanto quieres ahorrar y empezar con la cantidad de ingresos menos gastos menos ahorro.
Solo llevo 4 días usándolo, pero os aseguro que por ahora funciona. He logrado comprobar en qué se va el dinero cada día, darme cuenta de pequeños gastos que parecían inexistentes y que a final de mes restan mucho. Además el Kakebo tiene un apartado para hacer propósitos mensuales en la economía, como por ejemplo anotar «controlarme en compras de maquillaje» o similar, según cada uno necesite o quiera proponerse.
Con la rutina de rellenar nuestro Kakebo día a día de forma constante y sincera vemos en qué se gasta el dinero día a día y es más sencillo controlar el gasto y tomar consciencia de cada cosa que compramos sin necesitarla de verdad.
Versión española Kakebo:
La versión de nuestro país es, lógicamente, la versión adaptara para España. En Japón los gastos se hacen de forma muy distinta, así como las facturas etc. Mi versión es la de de 2018 del Kakebo editada por Blackie Books, que es una versión de aniversario además porque cumple cinco años en español.
Es un libro ameno, no solo con números aburridos, tiene bonitas ilustraciones de Olga Capdevila. Además incluye trucos, consejos y gráficos.