Hace unas semanas pudimos irnos de vacaciones y salir de Madrid. No fue un gran viaje intercontinental, nos quedamos dentro de la península, cruzando, eso sí, a Portugal. Tuvimos la oportunidad de reencontrarnos con amigos del norte, de disfrutar de paisajes magníficos, comida espectacular y mucha tranquilidad.
Como todas las vacaciones se hizo corto.
Ya estamos en septiembre y casi todo el mundo está de vuelta de las vacaciones, la tele nos bombardea con la vuelta al cole, pero todavía hay gente que está a punto de salir de vacaciones, y os aseguro que los envidio. Esta es una buena época. Ahora mismo uno de mis mejores amigos se ha ido a Canarias, y las fotos que me está enviando me están poniendo los dientes muy largos.
Así que he decidido escribir este post como reivindicación a las vacaciones no de verano, vacaciones fuera de la temporada alta. El año pasado pasé octubre en Japón, y esta año no tengo muchos días porque los he gastado casi todos en verano, pero me estoy planteando seriamente buscar un hotel en Puerto de la Cruz, en Tenerife, y hacerme una escapada de fin de semana isleña antes de que la vuelta al cole sea totalmente inminente, o en cuanto haya sucedido, para animarme a seguir con las tareas.
Por si os animáis, voy a contaros qué cosas tiene que tener un hotel para esta escapada:
1- Estar cerca de la playa. Es un fin de semana, no queremos pasarnos el día entero de caminatas ida y vuelta hacia la playa, queremos salir del hotel y pisar la arena. O casi.
2- Tener piscina. Esto es preferencia personal, pero lo recomiendo. A veces en la playa desde septiembre el viento es demasiado molesto, y la piscina como segunda opción puede salvarnos una tarde o una mañana de una forma estupenda.
3- Alquiler de coches cerca y/o en el Hotel. ¿Y si nos dan ganas de dar una vuelta por la isla?
Con todo esto y una pequeña maleta para el fin de semana estamos preparados. ¿Quién se viene?
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