El otoño ha llegado, y dejadme decir que tiene muchas cosas buenas. Si bien es verdad que las horas de luz empiezan a ser menos, los días se acortan y el sol deja de calentar, otoño también ofrece cosas bonitas y hoy, me apetecía fijarme en ellas.

Para empezar, algunos paisajes pueden ser preciosos. Pienso en los otoños más bonitos del planeta, los de Japón, que son como los que veis en esta imagen, y creo que no hay nada que se le parezca, esa mezcla de colores, esa sensación de quietud. Y en nuestras ciudades y montañas también se dan preciosas estampas otoñales.

Es la estación del año en la que tenemos una sensación enorme de «volver a empezar». A lo mejor es porque empieza el curso, a lo mejor porque se terminan las vacaciones, pero las ganas de embarcarse en nuevos proyectos y tener nuevos objetivos, crecen en otoño como en ninguna otra época del año.

Los olores. Cuando se acerca una tormenta y empieza a oler a tierra mojada. Cuando ha llovido y huele a frescor, a limpio. Cuando las hojas de los árboles caen y huele a naturaleza…

Y como refresca apetece a ratos quedarse en casa y hacer buenos planes hogareños. Nada como una buena sesión de cine en casa, con una mantita que calienta bien (porque todavía no hace frío de verdad), con unas palomitas recién hechas. O el enorme placer de leer mientras cae la lluvia, o dormir por la noche escuchando el repiquetear en la ventana de las gotas.

Las castañas. A mí, las castañas asadas me recuerdan a mis tardes de niña, cuando las asaba con mi abuelo en su casa, en una lata con agujeros. Llega el tiempo de castañas asadas y el sentimiento de aquellos días se repite en mí casi con exactitud.

Y si queremos ser un poco más materialistas, podemos pensar que otoño trae el gran Black Friday, con sus ofertas, sus precios estupendos y esas cosas.

En el COSMOJurado de bloggers, hemos hablado justamente sobre el tema de otoño y los buenos propósitos, lo podéis leer en este enlace, os dará ganas de empezar cosa nuevas.