El matcha (抹茶) es té verde molido, es el que se usa en la ceremonia del té en Japón (allí es donde suelo comprarlo, enTokio para más señas, por comodidad más que otra cosa). Su origen, sin embargo, es chino, aunque ahora Japón es el único productor de matcha. Matcha significa «té en polvo», tal cual.
Su origen es la planta Camellia Sinensis, y Japón actualmente es el único país productor de este polvo verde tan adorado por muchos. El proceso de elaboración del té matcha es muy complejo y, por eso su precio en el mercado es más alto que el de otro tipo de té.
Proceso de elaboración del matcha:
Tres semanas antes de su recolección se tapan las plantas de té para que no reciban luz solar. Así los brotes no terminan de desarrollarse y su sabor es menos amargo, más suave. Una vez pasadas esas tres semanas se recolectan sus hojas y se dejan secar , se les quitan los tallos y nervios y se muelen. Es decir, el te matcha es un polvo verde finito porque en realidad son las hojas de la planta molidas.
Beneficios del té matcha:
Asi que uando tomamos matcha no hacemos infusión de hojas de té, bebemos directamente las hojas molidas y, por lo tanto, sus propiedades son aprovechadas al 100%.
Es un drenante natural, así que aydua a depurar el organismo y a eliminar excesos de colesterol y triglicéridos.
Posee varios minerales, entre ellos el zinc, el cromo, el magnesio o el selenio, así que actúa como antioxidante para aumentar la capacidad defensiva del organismo. Nos mejora las defensas.
Sobre «cargar pilas» y el matcha, he de decir que funciona mucho mejor que el café, yo lo noto esto de forma real y tangible en mí. La L-teanina que contiene aumenta la concentración y la memoria. Si el café nos hace sentir un subidón repentino (con el consiguiente bajón posterior) al tomar matcha notamos que aumenta nuestra calma y se reduce el estrés. Al contrario que el café, que aumenta la tensión arterial y pulsaciones, el matcha regula la tensión y hace que disminuya la frecuencia cardíaca.
Es apto para diabéticos, ya que no altera los niveles de azúcar o insulina en sangre.
Cómo preparar el té matcha:
Lo ideal es que el agua esté sobre 90 grados, así que es recomendable que no esté hirviendo. Lo mejor es hacerla hervir y dejar dos o tres minutos para que alcance esta temperatura.
Una vez que tenemos el agua caliente usaremos una medida con una cuchara de bambú específica para el matcha y lo añadiremos en un bol en el que después echaremos el agua.
Luego hay que batir bien la mezcla, se hace con un batidor de bambú también específico, moviendo la muñeca de derecha a izquierda. Yo confieso que para este punto tengo un batidor pequeño que había en casa y que, por ahora, me va perfecto. A mí me suelen quedar grumos, pero es que me encanta tomarlos con la cuchara cuando acabo de beber el té.
Matcha ¿con agua o con leche?
Lo ideal es tomarlo solo con agua, pero podemos hacer el famosísimo «matcha latte» si mezclamos el té con leche en lugar de utilizar agua. Para mí es la mejor opción, y también se puede utilizar leche de soja, de almendras o la que más os guste.
En teoría tampoco hay que añadir azúcar, pero a mí me gusta con una cucharada pequeñita.
Este es el matcha que estoy tomando ahora, como véis siempre traigo más de un bote desde Japón, porque aquí los precios suelen ser prohibitivos.
¿Está rico el matcha?
Os diría que no es algo objetivo, el matcha puede gustarte o no, es absurdo decir tanto que está «buenísimo» como decir lo contrario. De hecho, a mí la primera vez que lo probé me resultaba «raro», tiene un sabor poco común para el mundo occidental en general, Así que le di una oportunidad más, sobre todo porque en Japón me gusta comer comida japonesas y beber lo que beben los japoneses y al final me enganché.
Y no, no lo tomo porque esté de moda y sí, lo descubrí hace casi 10 años, mucho antes que las celebrities de USA o Spain.