Una de las cosas que más nos suelen gustar con la llegada del otoño y los días fresquitos a todos, es la de elegir el o los nuevos pijamas para pasar las noches de manta y peli en un sofá bien cómodo y estar calentito. Al mal tiempo buena cara, y a la despedida del calor decimos hola con alegría a la ropa bonita de invierno, y como no, a los pijamas cucos de Primark.
Y es que los pijamas de Primark son una de las prendas que más vende la cadena irlandesa en todo el mundo. Pijamas muy baratos, de una calidad aceptable (no necesitamos pijamas que duren 8 inviernos, no) y, en muchos casos, muy bonitos.
Este invierno entre los pijamas de Primark tenemos desde los más clásicos, de flores, lunaritos o cuadritos, a los modelos más divertidos para las más risueñas.
El del Triki,el monstruo de las galletas, a mí me encanta, y tiene una pinta de ser calentito que te mueres. Me gusta la forma con las gomillitas en los tobillos, para que no se suba demasiado cuando dormimos.
Los pijamas tipo mono son muy amados en Primark por todas, nos vemos monísimas metidas ahí, con el gorrito puesto con orejitas, como si japonesas kawaiis fuéramos. No queremos pensar en la incomodidad que supone quitarnos el mono entero en ciertos momentos que lo requieren, porque lo que importa es lo bonitos que son.
No sé si los encontraremos todos en tienda, y además, muchas veces en Madrid andan tirados por los suelos y da pereza, pero si tenéis un objetivo entre estos del catálogo, podéis mirar online que a veces podéis conseguirlos sin peleas, empujones o momentos de tensión-Primarkianos.