Se acerca San Valentín, el temido 14 de febrero para muchos, esperadísimo para otros. Es un día que muchos odia y muchos aman, y esto no tiene que estar relacionado con tener o no pareja, es más una cuestión de prioridades, es como pensar en si eres de los de jugar a algo o no ¿te gusta o no? Pues depende de varios factores, claro. Y no penséis que es una comparación rara, porque no lo es.

Celebrar San Valentin con alegría lo puede hacer alguien con pareja o sin ella, es indiferente. El que tiene buen rollo con el rojo, y el amor, y los corazones, pasará un día estupendo solo o acompañado. Pasar un día refunfuñando también es indiferente a tener o no pareja. Si no te gustan las flores, los bombones, las cenas románticas, las camisetas rojas y cosas así, da igual que seas la persona más enamorada del mundo, que ese día será un tostón para ti. Pues con el bingo igual. Quien dice bingo dice lo que sea de la vida. Lo que sea de la vida (perdón por la expresión, tal vez un poco ambigua) dependerá mucho de que tú estés feliz o no, es cuestión de elección personal a la hora de decidir cómo tomarte las cosas.

Así que, está claro. Lo que sea de la vida será mejor si cambias tu actitud. Celebres o no San Valentín es mejor que ese día estés contento, ese día y todos, porque lo que sí que es verdad, y os puedo asegurar, es que todo depende del color del cristal con que se mire Y desde luego, no es lo mismo verlo rosa o de colores, que negro ¿no os parece?

Solo digo una cosa. Mirad la imagen de arriba y decidid cómo queréis que sea.

Por cierto, insisto en que para mí San Valentin se celebra a lo japonés, y todos deberíais hacerlo así, sea con pareja o sin ella.