La conocí en un foro de muñecas en el que compartíamos pasión allá por 2006. Desde entonces le he seguido los pasos, intentando conocer todo lo nuevo que pasa en su vida profesional, porque una ilustradora como Lydia Fortuna es un tesoro que no puede dejarse escapar. Si alguna vez escribo un libro, sé que le pediré que ella ponga las ilustraciones. Su estilo es inimitable, si ves un dibujo suyo, sabes quién es su autora.
Lydia es una tarraconense de 30 años, ilustradora de profesión por vocación. Cada vez que algunas de sus ilustraciones ve la luz, enamora al mundo. Hoy he querido que la conozcáis un poco más en modablogger, porque las cosas buenas hay que compartirlas.
¿Cuándo empezaste a dibujar?
El arte en sí me llama la atención desde que tengo uso de razón, o incluso antes. De pequeña prefería dibujar antes que jugar con muñecas. A los 10 años ya empecé a ir a clases de pintura.
¿Hubo algún salto entre dibujar porque sí y decidir dedicarte a la ilustración? ¿Es un mundo difícil?
Aproximadamente sobre los 16 años ya encaminé todos mis estudios hacia el arte, es algo que me llena tanto y que disfruto tanto, que siempre tuve claro que me quería dedicar a ello.
¿Cual fue el primer trabajo que consideras valorado profesionalmente?
Una cosa lleva a la otra, empecé dibujando por cuenta propia, luego estudié ilustración hasta perfeccionar la técnica y mi estilo propio, después se me ocurrió adaptar mis ilustraciones y diseños a 3D, por lo que cree una marca de complementos llamada La casita de fieltro y es ahí cuando, a través de los animales en tres dimensiones, hice un encargo de grandes dimensiones de escaparatismo.
¿Qué técnica utilizas para dibujar?
Mis herramientas de trabajo son mi imaginación y mis manos. Valoro la pintura tradicional hecha a mano, aunque he de reconocer que los medios informáticos son de gran ayuda, a veces escaneo las ilustraciones y hago pequeños retoques con el ordenador.
Sobre todo dibujo sobre soporte de papel, y la técnica en la que me siento más cómoda es el Gouache (témperas), creo que le da una textura suave y una calidez que no suelen dar otro tipo de pinturas. También utilizo otras técnicas, cuando trabajo bajo mi marca de complementos: fieltro, plástico, lana cardada, Fuwa, fimo, etc.
¿Cuál es tu fuente de inspiración?
Mi mundo interior, ese que hace que me evada de la realidad, que para mi gusto, es gris, por eso mis ilustraciones son tan coloridas.
¿Algún ilustrador-ilustradora importante para ti?
Existen multitud de ilustradores excelentes a los que admiro, pero destaco un par que para mí son especiales. Una de las ilustradoras que más admiro es Rebeca Luciani con la que he tenido el placer de trabajar y asistir a sus clases. Otro ilustrador que me despierta emociones es Sebastià Serra.
¿Tienes algún trabajo del que te sientas más orgullosa?
De lo que más satisfecha me siento es de haberme labrado un camino largo con esfuerzo y constancia, me siento orgullosa de haber creado mi propia empresa con marca registrada, y vender mis productos por diferentes tiendas de España.
Otro aspecto que hace que me sienta llena, es poder pasear por las calles de mi ciudad y ver en los escaparates de las tiendas o en las farolas mis carteles, a los ojos de todo el mundo.
Y La casita de fieltro ¿cómo se te ocurre?
Surgió, sin más, no fue nada planeado. Recuerdo que un día allá por el año 2005 buscaba un broche en concreto que no encontraba, así que decidí hacerlo yo misma, me gustó el resultado e hice un par de diseños más. Gracias a las redes sociales se fue difundiendo, gustó, y la gente me pedía que les hiciera complementos por encargo. Poco a poco fui diseñando más personajes, hasta que eran tantos los pedidos que decidí crear mi propia marca legal.
¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo como ilustradora? ¿Y lo que menos?
La pintura es mi vida, sin ella me siento vacía y cuando dibujo, creo y pinto, me meto tanto en mi mundo que me evado de la realidad, es un sentimiento de emoción.
Lo que menos me gusta es la crisis que estamos atravesando, ya que con ella la gente suele prescindir del arte, y es complicado vivir de ello, por otro lado creo que está poco revalorizado económicamente.
Un color.
Verde agua.
Y con este verde agua hemos conocido un poco más a Lydia. Lydia hace encargos personalizados de complementos y de ilustración. Como sé que ahora necesitáis saber dónde encontrarla os cuento que está en lacasitadefieltro@gmail.com Contactad con ella, que es un encanto.
¡Gracias Lydia por tu tiempo!