Hoy quiero hablar de la moda de llevar los tobillos al aire en invierno. En esto de la moda y las tendencias, de vez en cuando, surge algo que «se lleva» que me deja fuera de juego, y en ocasiones me siento como cuando era una adolescente y los mayores se escancalizaban al vernos con pantalones rotos y cosas así, pero estando ahora en el otro lado respecto al que estaba entonces.

Todavía recuerdo a mi abuelo insistiendo en darle dinero a mi primo para que se comprase un pantalón nuevo cuando apareció, él, el más moderno, por la casa familiar un verano con la nueva tendencia rompedora (nunca mejor dicho) de llevar los pantalones rotos.

Ahora por lo visto, yo soy de «los mayores», de los que ven algunas modas en los demás y no las entiende. O a lo mejor no es esto, a lo mejor resulta que es solo que el sentido común por fin ha llegado a mí del todo y hay cosas que no se entienden.

Como la moda de llevar los tobillos al aire en invierno, en ciudades como Madrid, con, por ejemplo, 1 grado bajo cero.

En primavera, vale, en verano, vale (pero mejor elige sandalias, anda), en otoño, puede valer, pero ¡en invierno! Y cada día en el metro me voy fijando, por la calle lo veo, en restaurantes también: imagino que las chicas han perdido la sensibilidad de los tobillos, y por eso llevan pantalones «pescarranas» -témino académico, sin duda- en invierno. Los combinan, perfectamente, con un abrigo y una bufanda manta, y hasta con un gorro.

Y yo pienso ¿es que tenéis solo frío en algunas partes del cuerpo? ¿Y esos tobillos al aire, congelados? ¿no lo notáis? ¿no lo sufrís? ¿no os va a acabar apareciendo una lesión en las articulaciones por el frío que os estáis haciendo pasar?

Y encima recuerdo que hay cientos de calcetines preciosos, calentitos, de colores, que podrían ponerse e ir mucho más monas y cómodas todas. O mejor, unas buenas botas, que protejan el pie y el tobillo del frío, como se supone que hacemos los seres humanos evolucionados, que algo hemos ido aprendiendo con el paso de los años. Frío – me tapo, calor – me destapo.

Esta moda ininteligible empezó allá por 2012, entonces eran solo unas cuantas modernas, bloggers y chicas calurosas, pero ahora es una plaga y ¿qué queréis que os diga? A mí me hacen pasarlo mal, llámalo empatía mal concebida, llámalo preocupación por los demás inoportuna.

¿No os pasa a vosotros que veis a estas muchachas con los tobillos al aire, bufanda y guantes y os dan ganas de regalarles unas buenas botas y unos calcetines gorditos? Ains…

Todas las chicas de estas imágenes, van monísimas, eso que quede claro, pero me da que están pasando frío…