El verano se acerca, el sol cada vez es más fuerte, y este es el momento de recordar qué hay que hacer para proteger nuestra piel y no sufrir las consecuencias nefastas del sol. Porque tener la piel blanca o clarita no significa no estar o ser guapos o guapas. Porque estar morenos no es sinónimo de belleza.
Así que, yo directamente evitaría en muchos casos hasta lo de intentar «estar morenos», algo ya tan trasnochado y tan pasado de moda. Pero si queréis tomar el sol, no olvidéis varias cosas a tener en cuenta para hacer las cosas bien o lo mejor posible.
Para empezar, el sol provoca arrugas. Cuando cumplí 30 años (hace de esto varios años ya) noté que tenía unas arrugas que cada vez se pronunciaban más en el escote. Acudí presta y feliz a mi dermatólogo, para que me ayudara, por lo visto yo lo confundía con un milagrero o algo así. El dermatólogo, al ver las arrugas del escote a las que me refería, solo me dijo que no se podía hacer nada. Las arrugas, me dijo son «por el sol tomado durante años sin la protección adecuada». Si bien hacía años que eso había quedado atrás para mí, las consecuencias se vieron mucho después de haber empezado a tomar medidas. Y solo podía seguir protegiéndome de los rayos solares para evitar que mi piel fuera agredida de nuevo.
Porque seguro que muchos os acordaréis de aquellos años de ignorancia casi plena en cuanto a las consecuencias que el sol podía tener para nosotros, años tomando el sol con protección del 2 o del 4 o incluso ¡con aceite! Sí, nos poníamos aceite con 15 años para estar morenísimas para una noche en cuestión como si eso fuera ir a la peluquería, efecto inmediato. ¿Que estabas roja después? Eso era «bonito». Ahora lo pienso y me dan escalofríos.
Encima, además de las arrugas, y las manchas que va causando el sol, resulta que esto es lo menos malo. Después está el melanoma. Y os aseguro que cuando te quitan un lunar en la clínica dermatológica, y tu doctor te sienta para contarte que era un «precáncer», las cosas se acaban viendo de otra forma respecto al sol. Si, he tenido varios «lunares malos» y entre ellos un precáncer. Tal cual.
Ahora evito el sol tanto como puedo. Tomo ampollas de vitamina D, porque sí, he tenido carencias. En cuanto salió la falta de vitamina D en una analítica bastó con comprar esas ampollas de vitamina D que mi doctor me recetó, y sin sol sigo sana sanísima, blanca blanquísima y feliz.
Pero, si después de leer todo esto, sigues queriendo estar «morenito» o «morenita», sólo diré que allá tú y que, por lo menos, leas este decálogo que con tanto cariño te dedico:
Decálogo para tomar el sol sin riesgos:
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Usa un protector solar con un factor de protección 15 como mínimo si tu piel no es muy blanca (minimísimo), que has extender por lo menos media hora antes de exponerte al sol. Vuelve a reaplicar cada vez que salgas del agua o, si no te bañas, cada dos horas. Y recuerda aplicar en cantidad en pecho, orejas, codos, manos, corvas y empeine del píe. Seguro que alguna vez que otra recuerdas esas quemaduras en los codos que no entiendes.
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Si tienes la piel muy blanca, como yo, lo ideal es usar un factor de protección 40 como mínimo. En mi caso protección 50, no está de más y tu piel y tu salud lo agradecerán. Y por supuesto, reaplicarlo también varias veces.
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Evita la exposición en las horas de más intensidad del sol, desde las 11 del mediodía hasta las 6 de la tarde.
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Lleva gafas de sol con un 100% de protección UV para proteger así tus valiosos ojos de la luz solar.
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Procura beber mucho líquido. Recuerda que en verano hay que multiplicar la cantidad de agua que bebemos, de 2 a 4 litros diarios es lo correcto.
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Los menores de cuatro años no deben exponerse al sol, pero si lo haces que lleven siempre un gorro, incluso cuando esté nublado. Su piel es muy muy sensible. Por supuesto, si un peque se expone al sol, nunca será suficiente el protector solar de factor alto que le pongas.
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Recuerda que hay medicamentos fotosensibilizantes y evítalos si puedes antes de ponerte al sol: anticonceptivos, antinflamatorios o diuréticos. Con el sol pueden ayudar a que salgan manchas en la piel.
- Es mejor evitar perfumes y cosméticos en el sol.
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Refuerza tu protección solar cuando estés cerca de zonas que reflejen la luz, como el agua, la nieve o el hielo. Y sécate después de cada baño.
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La mayoría de las quemaduras solares se producen en días nublados. Así que aunque haya nubes no dejes de ponerte protector solar.
Y Recuerda, que te veas moreno no significa que puedas olvidarte de la protección solar. No tomes el cuidado de tu piel del sol a la ligera, tu vida puede depender de ello.
Yo ahora voy a probar para el día a día este protector solar de Belle, la marca de cosmética de los supermercados Eroski. Para una exposición normal, mientras ande por la calle y vaya vestida a mí me sirve, ya que para la piscina o la playa necesito mínimo un factor 50. Por ahora he notado que huele muy bien y se aplica con mucha facilidad, así que, promete. Precio: 6,99€