Ya hay ganas de que llegue el invierno, o por lo menos algunos días frescos de otoño. Y eso se ve en la calle. Cada año, en abril empezamos a ver la primeras sandalias, normalmente a destiempo, y camisetas de manga corta aunque siga haciendo frío. Pues ya está sucediendo el mismo fenómeno de la ropa a destiempo, pero por el invierno. Empezamos a ver botas por las calles, aunque haga un solazo tremendo y demasiado calor. Chaquetas demasiado abrigadas para las tardes de estos últimos días de verano y hasta algunas medias.

Hoy os traemos lo mejor de la colección de Kling de este otoño-invierno 2013-14, para ir abriendo boca. Y eso sí, os animamos a que no os pongáis nada para lo que el tiempo no os acompañe.

Los abrigos son preciosos. Los precios rondan entre los 70 y los 90€, lo que no es nada descabellado teniendo en cuenta de la prenda de la que hablamos. Tal vez la ropa de Kling no sea la que mejor acabado tenga del mundo, o los mejores materiales, pero sus precios y la originalidad invitan a darse un capricho de vez en cuando, aunque sea para algo que solo dure una temporada.

Los vestidos son la estrella de Kling. Es fácil reconocelos por la calle, son muy femeninos, muy baby-doll, empiezan incluso a salir imitaciones en otras marcas y firmas. Estos son los más bonitos que he visto en la tienda. El rosa en directo cautiva de verdad. Lo tuve el sábado en mis manos y todavía sigo pensando en él…

Bolsos. Bolsos de todos los tamaños, colores y formas. No de piel, claro pero ¿qué más da? Para dar un toque de color o de originalidad a un look apagado un día cualquiera son ideales. Sucede lo mismo con los zapatos. Este año no podemos pasar sin unos Oxford, y en Kling lo saben.

Las camisetas divertidas son perfectas para cuando no haga todavía mucho frío. Mirad la del conejito y similares y morid de ternura.

Y, pensando en los días en los que sí que haga frío, nos dan muchas ganas de que llegue si vemos estos gorritos. Son amor en sí mismos.

Os dejamos con algunas novedades más del catálogo, nuestras favoritas. Así da gusto que llegue el invierno, tantas cosas bonitas en perspectiva por descubrir.