Las modelos XL nos encantan. Nos encantan las mujeres con curvas, y a veces, tras seguir tantas campañas y catálogos en los que solo vemos a modelos muy delgadas lo que nos apetece es hablar de modelos como ella, como Candice Huffine.
Candice confiesa que ella desde niña quería llamar la atención. Por eso se hizo bailarina, hizo teatro y hasta cantó, pero fue en un concurso en Maryland cuando una desconocida le recomendó a su madre que la llevara a Nueva York a las agencias de moda. Y así empezó todo. Ahora es feliz siendo modelo y teniendo su talla.
Si le preguntas qué siente cuando escucha que la llaman modelo XL, o modelo gorda, explica que no es algo que le importe en absoluto. Candice Huffine asegura que para ella es solo un término, algo que se necesita para diferenciar a unas modelos de otras, pero que ella prefiere llamarse a sí misma «modelo con curvas». Y con qué razón, desde luego. Eso sí, deja claro que ella no ncesita etiquetas.
Nunca ha pretendido perder peso para trabajar. Solo una vez en la vida, cuando tenía 14 años, en una agencia le pidieron perder 6 kilos. Ella ni se lo pensó. Dio las gracias y contestó que el trabajo no era para ella. De todas formas no se identifica con las palabras «fatshionista» o «fatittude», no le gustan porque para Candice Huffine el estilo no se identifica con el tamaño, ni con la cantidad de grasa, pero eso sí, está muy orgullosa de que el mundo fashion cada vez se fije más en mujeres como ella, con curvas.
Nos encantan las chicas como ella, como Tara Lynn y Jennie Runk.