En Japón hay un símbolo de la paz que todo el mundo reconoce: las grullas de papel. La historia de Sadako Sasaki está relacionada con estas grullas de origami. Hoy vamos a conocerla brevemente.
En Japón existe una leyenda según la cual si alguien consigue hacer mil grullas de papel puede pedir cualquier deseo a los dioses y estos se lo concederán.
Sadako Sasaki fue una niña superviviente de la explosión de la bomba atómica de Hiroshima. Muy enferma de leucemia decidió crear estas mil grullas, ya que quería pedir a los dioses por su recuperación y porque no hubiera más guerras en el mundo.
Sadako Sasaki, la bomba atómica y la leucemia
Sadako tenía dos años cuando el ejército estadounidense lanzó la bomba atómica sobre Hiroshima, fue exactamente el día 6 de agosto de 1945. Durante años, aparentemente, no estaba afectada, su salud era buena. Pero ya en Primaria enfermó, y al acudir al hospital le diagnosticaron leucemia. Era una consecuencia directa de la radiación a la que se vio expuesta por la explosión de la bomba atómica.
Sadako tuvo que ser internada en un hospital, y allí una de sus mejores amigas, Chizuko, le contó la creencia del poder de crear grullas de papel y le dijo que seguro que podría recuperarse si conseguía hacer estas grullas y con ellas pedirle a los dioses lo que quisiera.
La niña, motivada e ilusionada con la idea de poder pedir esto y solicitar a los dioses el fin de todas las guerras en el mundo, empezó a hacer grullas de papel siempre que podía. Dicen que a veces el papel se le acababa y utilizaba todo lo que encontraba, hasta los prospectos de su medicación.
Esta historia, como todas las historias de guerra, no tiene final feliz, y Sadako Sasaki murió el 25 de octubre de 1955 con solo doce años de edad. Desde que supo que estaba enferma hasta el día de su muerte solo vivió ocho meses.
¿Logró Sadako hacer las grullas?
La realidad es que no se sabe. Depende de la versión que encuentres habrá quien te diga que sí, y que sus padres las guardaron, y otros te dirán que no, y que consiguió hacer exactamente 644.
El monumento de la paz de Hiroshima
El monumento a la paz de los niños de Hiroshima se creó en recuerdo de Sadako y su historia.
Si vamos entre semana encontraremos grupos de niños que acuden desde todas las partes del país para llevar grullas de papel a Sadako, las depositan cerca de la estatua de la niña. En la estatua reza el siguiente lema:
Este es nuestro grito, esta es nuestra plegaria: paz en el mundo.
Así, Sadako se ha convertido, con sus grullas, en un símbolo mundial de la paz.
Si tienes oportunidad de visitar el monumento te animo a hacerlo, así como el Museo de la paz del parque. Y si quieres puedes llevar tus propias grullas de origami y dejarlas allí, como recuerdo de esta niña luchadora y perseverante.
Qué historia tan bonita, triste pero hermosa. Gracias por compartirla, Azucena
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Muchas gracias, María, por pasarte y por tus palabras. Es una historia que, una vez que conoces, nunca olvidas.
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