El maquillaje es una forma de arte propia, pero como pasa con todas las cosas en la vida, la práctica es lo que hace la perfección, y por lo general por el camino nos encontraremos con algunos errores de maquillaje que hay que conocer para poder evitar.
Es importante recordar que el principal objetivo de un buen maquillaje es favorecer, utilizar nuestros puntos fuertes para potenciarlos e intentar disimular cualquier posible defecto. A veces sucede que los trucos de maquillaje que conoces se vuelven en nuestra contra.
Es algo que nos ha pasado a todos alguna vez, así que hoy vamos a exponer los errores de maquillaje que todos hemos experimentado algún día. Por supuesto, también vamos a ver cómo podemos evitarlos en el futuro.
Utilizar un tono de base incorrecto
Elegir el tono perfecto de una base de maquillaje puede ser muy complicado, y casi todos lo hemos hecho mal en algún momento. La iluminación que encontramos en la tienda puede haber hecho que allí la base nos resulte perfecta al probarla, pero una vez en la calle a la luz natural del sol, el tono resulta un desastre.
Para evitar esto, lo mejor es pedir un muestra de esa base de maquillaje para llevar a casa una vez elegido el tono. Si a la luz natural nos convence tanto como nos convencía en la tienda, solo tendremos que volver más tarde a comprarlo.
Además, algunas bases también pueden oxidarse al mezclarse con el aire y parecer más oscuras. Para ver si esto sucede con la que estamos mirando debemos colocar un poco de la base en el dorso de lamano, esperar 30 segundos y volver a poner un poco de base recién sacada del envase. Si las dos muestras tienen el mismo aspecto es que esa base no se ha oxidado, pero si la primera que pusimos parece más oscura debemos buscar un tono más claro para compensar esa oxidación.
Por cierto, el dorso de la mano no es un buen lugar para probar una base de maquillaje, nuestras manos no son del mismo tono que nuestra cara. Lo ideal para probar una base de maquillaje es aplicar la parte superior de la mandíbula hasta el cuello y extender el producto ligeramente. Si apenas puedes ver la base ese es tu tono.
Exagerar las cejas
Están de moda las ‘cejas dramáticas’, pero cuidado, también exite el concepto de ‘demasiado’ para las cejas. Las cejas deben tener dos tonos más oscuros que el color de nuestro pelo, no mucho más.
Un ojo muy maquillado o ahumado puede quedar bien con cejas más oscuras y definidas, pero cuidado con esto durante el día. Las morenas pueden oscurecerlas un poco más, pero si eres rubia, las cejas de color negro azabache resultarán demasiado duras y antinaturales.
El consejo que puedes seguir es optar por polvo, gel o lápiz que parezca ligeramente más oscuro que tus cejas naturales y dedicar el tiempo necesario para rellenarlas lentamente. Empieza en el centro para definir tu arco y trabaja hacia el ojo interno para dar un efecto natural.
Utilizar el corrector de ojeras en otras zonas
Recuerda: utiliza el corrector de ojeras solo en las ojeras. Parece algo obvio pero todavía hay quien piensa que puede extenderse este corrector desde la zona de la ojera hasta las sienes. Así lo únicos que vas a lograr es el horrible ‘efecto oso panda’.
Perfilar la línea de agua del ojo con negro
No pasa nada si quieres perfilar tu waterline, pero si buscas unos ojos más brillantes y grandes hacerlo es contraproducente. Maquillar la línea de agua de tus ojos en un tono oscuro hará que parezcan más pequeños. Si quieres delinear esta línea de ojos hazlo con un lápiz de ojos blanco.
Un buen cosejo es tratar de difuminar debajo de la línea de las pestañas con un poco de sombra de ojos marrón para que la línea se extienda un poco hacia abajo hasta las pestañas inferiores, lo que hace que la línea resulte menos dura y abra el ojo.
Siguiendo estos consejos lograrás que tu maquillaje te resulte más favorecedor y será más sencillo maquillarte sin cometer errores.
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